Los siete pecados capitales empresariales

Todos sabemos bien la gravedad de los considerados pecados capitales y cómo aquellos que se dejan tentar y caer en alguno de ellos se ven gravemente afectados por las consecuencias de sus acciones.

Más allá del nivel personal, a nivel institucional, lamentablemente las empresas también pueden verse tentadas a caer en ciertas situaciones que acarreen fallas a futuro. En esto caso, serían esos excesos innecesarios para cumplir con una meta, así como pueden cumplir la función de impedimento para alcanzarla.

Estos son errores que pueden causar a todo emprendedor o directivo empresarial desviarse del camino trazado comprometiendo la empresa y a quienes forman parte de ella.

Los errores o fallas dentro de las empresas no son hechos aislados, sino una cultura de tendencias inequívocas que conllevan a un abismo laboral que en muchos casos es peligroso.  Así, que líbrate del mal y muestra atención ante estos pecados capitales:

1.      Lujuria

Cuando has caído en las redes de lujuria empresarial se denota el alto gasto del capital y tiempo en elementos innecesarios que no colaboran a la construcción de la empresa.

El horizonte que utilices para el establecimiento de la misma debe tener una base estable y sostenible con límites marcados. Todo empresario o emprendedor debe tener cuidado, crear una imagen sólida te otorgará credibilidad ante tus futuros clientes.

El malgasto de recursos solo ayuda a la construcción de una mala imagen de ti como empresario, lo cual puede afectar tu estabilidad, credibilidad y la durabilidad de tu negocio.

Estimular la lujuria puede llevar a la auto-complacencia, cegándonos cuando las cosas no van bien en nuestra empresa. El constante abuso de los medios para alcanzar una meta puede resultar en confusión y al final los pocos logros obtenidos se habrán dado gracias a golpes de suerte o circunstancias específicas que no necesariamente deriven del esfuerzo.

2.      Gula

El exceso en el consumo de recursos puede afectar la sostenibilidad de la empresa. El ir demasiado rápido durante el desarrollo de la empresa puede entorpecer su desarrollo.

La adquisición de elementos que consideres vitales para el futuro de la empresa como negocios ajenos a los objetivos de la misma puede afectar el rendimiento de la misma ante la falta de enfoque.

La carencia de semblantes trascendentes en la vida del emprendedor a nivel personal trata de llenar ese vacío de obtener más, así no exista la necesidad. Es importante enfocarse y no buscar más de lo que realmente se requiere.

3.      Codicia

Puedes ver este pecado como el abuso de todos los medios para llegar a cumplir alguna meta, literalmente es un exceso de ambición. Quererlo todo no está mal, pero abusar de los procesos para obtenerlo puede ser perjudicial.

Es importante establecer límites y no abusar del bienestar que te puedan proveer los elementos que necesites para llevar a cabo una meta, es decir, mantén tus valores morales siempre al frente antes de decidir, invertir o simplemente gastar en algo que realmente sabes que terminará mal por mucho que pueda llevarte a tu meta y más allá de manera más rápida o más sencilla.

Una mala toma decisiones puede crear una mala reputación incluso con tus propios empleados. El rendimiento de tu empresa es algo que debes mantener sin acudir a expectativas que te puedan afectar a futuro.

Elabora proyectos a largo plazo donde mantengas la sostenibilidad, justo por encima de ventajas a mediano plazo para obtener superioridad tóxica.

Trabaja siempre en función de conseguir lo que deseas y de ir por más sin caer en técnicas indebidas e incluso ilegales, ya que quien trabaja limpiamente recoge buenos frutos.

4.      Pereza

A medida que crecemos como empresarios nos damos cuenta que las tareas se multiplican. Dedicar tiempo a la elaboración de un proyecto nos lleva a probar, consultar, buscar por todos los medios para poder adquirir un resultado de calidad.

Descuidar cualquier aspecto en la empresa y en los procesos que establezcas solo genera resultados negativos en más de un sentido.

Propón retos dentro de la empresa para no caer en modelos repetidos. Emprender es someterse a muchas pruebas de manera constante para lograr todas de las metas establecidas.

Recuerda, siempre es bueno tomarse un descanso de nuestras funciones para invertir tiempo de calidad en uno mismo, pero excederse es simplemente perder ese tiempo y dejar a un lado las funciones que te corresponden y por lo tanto, perder proyectos o dejar de cumplir tareas fundamentales para el crecimiento de la empresa y el tuyo propio.

5.      Ira

Hay situaciones donde se genera frustración ante los obstáculos que surgen en todo emprendimiento, la incapacidad de poder resolver puede llevar a nuestra empresa a un colapso total.

La ira aparece cuando hacemos una apreciación real sobre los objetivos fijados y posibles muros a levantar. No proyectes tu posible frustración al exterior, dígase clientes, personal, aliados, competidores.

Un poco de autovaloración ayudará a elaborar mejores estrategias para cumplir las metas establecidas. Poco a poco sube el nivel de exigencia para que vayas calibrando el tipo de guía que puedes ser ante los obstáculos que se te presenten.

6.      Envidia

Al emprender, tu empresa se encontrará con gran número de competidores, que podrían ofrecer servicios similares, más económicos o incluso de mejor calidad a los ofrecidos por ti. Es frustrante, pero siempre que iniciamos algún proyecto debemos buscar maneras para poder entrar al mercado y resaltar dentro de él.

Ocuparte de los logros de la competencia puede desmejorar la imagen de la empresa, y la tuya al frente de tus empleados. Puedes ser analítico y hasta un poco crítico pero no caigas en batallas innecesarias.

Embárcate en cumplir tus metas para sobresalir, busca los vacíos en la competencia en vez de imitar o copiar sus estrategias para llegar al público.

7.      Orgullo

La confianza es una herramienta muy útil pero contradictoria cuando nos sobrepasamos la convertimos en ego. En una empresa, el exceso de confianza puede llevarnos a cometer errores fatales.

El éxito constante dentro de una empresa puede crear vacíos que pueden terminar siendo el abismo por donde se irá la misma.

No caer en prepotencia por una racha de éxitos afianzará tu manera de resolver a la hora de tomar decisiones. En las empresas siempre surgen batallas que deben ser pensadas bien antes de tomar la rienda de asumirlas.

Considera los consejos de expertos y el apoyo de semejantes, hasta de empleados. No asegures un proyecto si desconoces si realmente puedes cumplirlo, esto dejaría una empresa enferma y una mala reputación.

 

Puedes ver los pecados capitales como un exceso en las acciones que tomamos  a la hora de emprender o mantener una empresa. Recuerda que toda organización depende de una estructura interna y externa para su correcto funcionamiento.

Caer en tentaciones y atajos puede acarrear en problemas que afectaran tu desempeño como profesional, líder y emprendedor. Lleva a cabo metas que puedas cumplir, consulta a tu personal y retribuye los sacrificios hechos por la rentabilidad de la empresa.

En una empresa no estás solo, dependes de distintos factores para sostener el bien que has logrado. Mantente al límite y evita caer en las tentaciones de los excesos.

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